Felicidades

Es frecuente. Muy normal y cotidiano. Se dan y reciben felicitaciones casi a diario por distintos y variopintos motivos: onomáticas, cumpleaños, año nuevo, bodas, bautizos y comuniones, pero también hay felicitaciones menos pomposas, menos frecuentes o más raras. Aparte de los motivos, y viendo otra vertiente están los felicitantes: entre familiares, amigos,conocidos, compañeros...., pero y felicitarse a uno mismo?. Pues voy a romper los dos tópicos a la vez: me voy a felicitar a mi mismo por un motivo que casi pasa desapercibido como es el haber dejado la insana costumbre de fumar. Ayer 23 de febrero se cumplieron DOS años desde que "dejé el tabaco", y me congratulo por ello. Me costó lo que no está escrito y cada día que pasa me siento mejor por haberlo hecho. No diré que no vuelva a hacerlo, porque es un vicio intenso, latente y poderoso que está siempre al acecho, esperando un momento de debilidad, pero a día de hoy...¡¡¡ FELICIDADES FRAN !!!. (Tus webos ahí).

Otra inmensa alegría

Hace unos meses reflejaba en este blog que si bien no existe la felicidad, sí los momentos felices, aunque llegan con cuentagotas. Pues se acaba de producir otro de esos momentos que uno espera, y que además vienen con doble premio, pues supone la felicidad de alguno de tus seres queridos. Me refiero a la consecución de mi hja, Aurora, de su Diplomatura en Educación Infantil. Había que verla saltar a eso de las doce de la noche cuando a través de internet, no podía ser de otra forma dado los tiempos que corren, salía de su habitación entre gritos y sollozos, que rapidamente se unieron a los nuestros. Con los ojos más brillantes que de costumbre me fui a la cama con el pensamiento puesto en el futuro más próximo, con muchas dudas, temores y preocupaciones. 

Felicidades hija, te mereces que esos niños que te esperan, disfruten de tí, aprendan contigo, porque sé que una cosa tienen garantizada: serán mejores personas. Te quiero.